Me acaba de llegar 2013, de Lucía Muñoz Molina.
Hace unas semanas, la editora Ana Llurba me escribió para pedirme una de las cosas que más ilusión pueden hacer en la vida: una frase para la cubierta del libro. Una frase para la cubierta es como poder ser Constantino Romero en las películas de sobremesa, cuando leía la leyenda que salía sobreimpresa en la pantalla: «Roma, siglo I». Y tú escuchabas «ROMA, SIGLO I» y sabías que ibas a ver una película que pasaba en Roma en el siglo I porque Constantino te centraba en la película.
En mi cabeza, escribir una frase para la cubierta es igual de fantástico.
Pero a lo que iba: leí 2013 y me encantó. Extracto parte de la sinopis: «España, año 2013. En un futuro cercano, poco después de que una revuelta popular subvirtiera el sistema político dominante, la protagonista de esta crónica nos relata su experiencia como maestra en un centro de reeducación para egobloggers, estilistas, editoras de revistas de moda y otras predicadoras de la decadente fast-fashion que reinaba en el antiguo régimen. En la piel de la educadora de este gulag tan particular, una voz intempestivamente irónica matiza la tradición de la utopía soviética con un humor incisico que abate todo atisbo de corrección política«.
La clave es lo del humor. Después de tanta queja sobre visibilidad, pop y chicas, qué ilusión me hace que exista una editorial que publica libros como estos, de chicas como esta. Realmente va a ser cierto que Honolulu es un paraíso.