mis recuerdos son de mármol
el mármol gris del mercado de l’albaceria central
las migas de bacalao
yo me sentaba a esperarte en un bar que me parecía auténtico
el mármol del bar Almirall
una barra espléndida, curva, suave al tacto
(toco las cosas como lo hacía Teresa Goday de Valldaura, para apropiarme de ellas)
el mármol antiguo
me da sensación de continuidad,
de que sigue siendo mi ciudad. El mármol
antiguo
y no todas esas vermuterías hipsters.
No soporto quedar en sitios nuevos en Barcelona
revisito los espacios de mis antiguos amores
bar centre
almirall
canigó
sant agustí
jamás esos nuevos
herejía
por el cementerio de mis mármoles me siento viva
turista de mi propia dulzura
aquellos amores idiotas que no salvé
sino que los hice embalsamar como esas viejas locas que embalsaman a sus perros de lanas
y dicen “mira què maco el Terry, què tranquil”
cuando en realidad le han quitado los colmillos y el alma a la bestia
y así cualquiera,
amiga,
así cualquiera.
Hermoso texto.